Una nueva investigación en Italia sugiere que el consumo de arándanos puede proteger el ADN de daños relacionados con el estrés oxidativo, aunque el protagonismo de esta fruta en la función vascular aún necesita estudio adicional.
Según el estudio publicado en Nutrition Research, una dosis aguda de arándanos (300 gramos) se asoció con una disminución del 18% en el daño al ADN de las células de la sangre debido al estrés oxidativo.
Los efectos beneficiosos de los arándanos se creen que están relacionadas con su contenido de flavonoides, en particular, antocianinas y flavonols.
La protección contra el estrés oxidativo puede estar relacionado con otros bioactivos absorbidas, aparte de antocianinas (por ejemplo, ácidos fenólicos, vitamina C…), actuando solo o en sinergia. Además, estos compuestos podrían haber activado los mecanismos de señalización de la defensa (por ejemplo, enzimas antioxidantes a través de la modulación de la expresión génica), aunque el efecto no se mantiene a 2 horas.
Los resultados del estudio mostraron que una hora después de consumir los arándanos se disminuyo el daño en el DNA un 18%, comparado con el grupo de control. Sin embargo, los efectos fueron transitorios y no se observaron efectos 2 y 24 horas después de su consumo.