Hipoxemia: Causas, Síntomas, Diagnóstico y Tratamiento

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La disminución de la presión parcial de oxígeno (PaO2) en la sangre arterial se conoce como hipoxemia. Se trata de un estado peligroso porque el organismo no está recibiendo suficiente oxígeno a través del flujo sanguíneo que corre por las arterias. El descenso de PaO2 indica que existe una dolencia que debe ser corregida cuanto antes para evitar el riesgo de muerte o secuelas en la salud.

hipoxemia: Causas y que es

Lo normal es que el valor PaO2 se sitúe entre 80 y 100 milímetros de mercurio (mmHg), y vaya acompañado de una saturación de oxígeno –cantidad de O2 disponible en la sangre- de entre 95% y 100%. Cuando ocurren alteraciones, ambos valores disminuyen y el cuerpo humano comienza a sufrir las consecuencias.

Hay que prestar atención en no confundir con hipoxia, oxígeno insuficiente en las células y los tejidos.

De acuerdo con su gravedad, la hipoxemia se clasifica en tres tipos:

  • Leve: PaO2 de 60-79 mmHg / saturación de oxígeno (SatO2) de 90-94%
  • Moderada: PaO2 de 40-59 mmHg / SatO2 de 75-89%
  • Severa: PaO2 menor de 40 mmHg / SatO2 menor de 75%

Por debajo de 40 mmHg de PaO2 se registran daños al corazón y cerebro; y un nivel inferior a 20 mmHg supone una amenaza de muerte inminente.

Causas de la hipoxemia

El déficit de PaO2 en la sangre arterial es desencadenado por enfermedades que afectan a los pulmones y el corazón, tales como:

  • Enfisema pulmonar
  • Embolias y edemas pulmonares
  • Fibrosis pulmonar
  • EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica)
  • Neumonía
  • Asma
  • Bronquitis crónica
  • Apnea del sueño
  • Cardiopatías congénitas
  • Anemia

A partir de estas causas, los mecanismos de producción de la hipoxemia se agrupan en:

  • Hipoventilación: Con la hipoventilación se registra un descenso de PaO2 y un ascenso de los niveles de dióxido de carbono. La provocan enfermedades neuromusculares, lesiones medulares, u obstrucciones de las vías aéreas superiores.
  • Trastornos de difusión: Estos son los problemas de propagación del oxígeno desde el gas alveolar de los pulmones, que conllevan un desequilibrio del PaO2, en especial cuando el cuerpo se somete a un esfuerzo físico. Fibrosis y edema pulmonar son dos de las causas de estos trastornos.
  • Cortocircuito derecha – izquierda (shunt) tiene su origen en problemas anatómicos como cardiopatías congénitas o fístulas arteriovenosas pulmonares. Otra causa son los problemas pulmonares, como el colapso del pulmón, hemorragia o edema.
  • Alteración ventilación – perfusión: estas irregularidades se deben a enfermedades broncopulmonares. Provocan que la transferencia de gases (oxígeno y dióxido de carbono) en el pulmón sea ineficiente, debido al desequilibrio que existe entre ventilación y flujo sanguíneo en áreas del pulmón.

Además de las enfermedades, otra de las causas de la caída del nivel de PaO2 es la altura. En lugares situados a grandes alturas – por encima de los 5 mil metros-, la densidad y presión del aire disminuyen, por lo tanto, hay menos oxígeno disponible para respirar, lo que puede llevar a la aparición de un edema pulmonar que cause una hipoxemia severa. Ante la presencia de síntomas (falta de aire, tos, retención de líquido), lo más recomendable es que se busque atención médica urgente. 

Síntomas de la hipoxemia

Una persona con hipoxemia presenta síntomas como los siguientes:

  • Debilidad
  • Fatiga tras un esfuerzo leve o en reposo
  • Aumento de la frecuencia cardíaca
  • Dolor de cabeza / confusión
  • Dificultades de concentración
  • Náuseas
  • Cianosis (coloración azul, negruzca o lívida de la piel)
  • Respiración entrecortada
  • Problemas en la visión
  • Sibilancia (sonido agudo al paso del aire por los conductos respiratorios)

La manifestación de estas señales debe alertar a la persona para acudir lo antes posible a un centro de salud donde sea examinado por especialistas.

Diagnóstico y tratamiento de la hipoxemia

La deficiencia en el nivel de oxígeno en la sangre arterial, solo puede determinarla un médico tras una evaluación del paciente mediante pruebas diagnósticas.

Existen dos vías para diagnosticarla, ambos procedimientos tienen como objetivo saber cuánto oxígeno hay en la sangre:

  • Un análisis de sangre: También se denomina prueba de gases en sangre arterial, y arroja no solo la cantidad de oxígeno presente, también la de dióxido de carbono y la acidez (pH) de la sangre. La muestra se toma de una arteria (de la muñeca, ingle o brazo), y no de una vena como la mayoría de las extracciones sanguíneas.
  • La medición con un oxímetro de pulso: este se emplea para medir el nivel de saturación de oxígeno en la sangre arterial. Es un método menos invasivo que la extracción de sangre de una arteria. El instrumento se coloca en la yema de un dedo o en la muñeca del paciente para realizar una lectura continua a través de su tecnología.

Tratamiento de la hipoxemia

El tratamiento de los síntomas, puede incluir los siguientes:

  • Oxigenoterapia: se administra oxígeno. De acuerdo con la gravedad del paciente, se administra por períodos o de forma permanente.
  • Rehabilitación pulmonar: son ejercicios de fortalecimiento del sistema respiratorio, acompañados de orientación nutricional. Se indica en especial a pacientes con EPOC.

De igual manera, las enfermedades que causan la disminución de PaO2 son tratadas con medicamentos y terapias. Logrando su estabilización, se podrá también controlar este desequilibrio.

Sin embargo, la hipoxemia también puede convertirse en crónica a medida que las enfermedades pulmonares crónicas que la originan (bronquitis, fibrosis, enfisema, cáncer), van empeorando la capacidad del organismo de oxigenar la sangre.

Cómo se puede prevenir la hipoxemia

Se previene llevando un estilo de vida sano, con buena alimentación, actividad física frecuente, evitando el tabaquismo y practicando técnicas de respiración que ayuden a fortalecer el sistema respiratorio y bajar los niveles de estrés. Así, se reducirán las probabilidades de sufrir enfermedades pulmonares y cardiovasculares que pueden ocasionar una disminución de la presión parcial de oxígeno en la sangre arterial. Si se quiere gozar de buena salud y calidad de vida, más vale tener presente que el nivel del oxígeno contenido en la sangre debe ser preservado.

 

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